Era el desfile más esperado de esta semana de la Alta Costura que acaba de comenzar. Es la tarjeta de visita de Raf Simons para el resto de colecciones tras su desembarque en Christian Dior y el año convulso que ha pasado la firma parisina. Al final, Dior no ha perdido ni un ápice de su esencia en cuanto a formas y patrones. Y, de repente, gracias a Simons, tenemos al Dior que coleccionaba éxito tras éxito en sus inicios, en los años 50 y 60. Cinturas de avispa, faldas abullonadas que se intercalan con sencillos pantalones acompañados siempre de unos discretos stilettos. Parece que los trajes tienen vida sobre cuerpos cuasi-momificados. Para mí, una colección de alta costura impecable, sin demasiadas estridencias y con los brillantes justos, donde el mono-cromatismo ha cobrado un importante protagonismo. Mi favorito es este modelo, más Simons que Dior.
It was the most eagerly awaited show for this Haute Couture Fashion Week. It's Raf Simons' visiting card for the following collections after his arrival at Christian Dior and after the convulsded year passed by the Parisian label. In the end, Dior has not lost an inch of its essence talking about shapes and patterns. And, suddenly, thanked to Simons, here we've got again the Dior which collected an endless success during its first years, 50's and 60's. Wasp waists and puff skirts that are placed among plain straight trousers always with a pair of discret stilettos. It seems that the dresses are alived over quasi-mummified bodies. In my opinion, an impeccable haute couture collection, without too much shrillness and with the enough shining, where mono-chroma has get importance. My favourite is this dress, more Simons than Dior.
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